miércoles, 20 de enero de 2016

El círculo de color.

Me interesé en la magia del color a temprana edad gracias a mi madre que me decía “esto no combina” o “esto se ve bien”, más tarde aprendí que el color se percibe a través de bastones y cornetas, en la universidad conocí los colores primarios, los secundarios, los terciarios y los opuestos, y pinté con vinílicas el círculo de color; pero cuando conocí los fajos de colores luminosos elaborados en telares de cintura de Chiapas, las decoraciones de las cajas de olinalá de Guerrero, o la luminosidad  de los trabajos wixaricas mi acervo cromático se volvió exuberante.   


El mes de diciembre fui contratada por el Gobierno del Estado de Zacatecas para instruir un taller de diseño de dos semanas en el “Centro de Investigación y Experimentación en Arte Popular de Zacatecas” (CIEAPZ) para personas que transforman la piedra, la plata, el cartón, la arcilla o las cuentas de chaquira.   El objetivo general del taller era el fortalecimiento de la estética a través de ejercicios de la comunicación visual. ¿Qué es comunicación visual? Es el lenguaje que se logra con ideas, las ideas se materializan en una composición, y una composición es el ordenamiento de elementos con un fin determinado.  Estos elementos son el punto, la línea, el contorno, la dirección, el tono, el color, la textura, la dimensión, la escala y el movimiento. Se realizaron cinco proyectos con pintura vinílica en papel ilustración, los tres primeros sobre el color y el cuarto y quinto sobre la flora y fauna zacatecana.  En esta primera parte presento los trabajos del círculo de color elaborados por los participantes al taller: José Pacheco y Rosa Isela Gutiérrez, Esmeralda Ochoa, Apolonia González, Rosario, Luis y Azucena Sánchez, Francisco Sánchez y Ma. Del Refugio Blanco, Ana Bocanegra, Mtro. Felix Muro, Mónica Velásquez, Susana Díaz y Rosario Guzmán. Muchas gracias por su valiosa participación y su talento desbordante. (Primera parte).


lunes, 11 de enero de 2016

Emilio Pinto Escobar.

De acuerdo al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART),  una artesanía es un objeto de identidad comunitaria de procesos manuales continuos, con implementos rudimentarios y algunos de función mecánica; elaborada con la materia prima de la región. En cambio una manualidad nace por un estilo de moda, tiene una producción manual o semi industrial con materia prima procesada o prefabricada, y carece de tradición y de identidad.


En una obra artesanal se define un tiempo y un espacio, y se transmite una historia; ese es el legado del maestro colimense Emilio Pinto Escobar (1947 – 2015) que transporta al espectador con su cerámica al Colima del principios del siglo XX.  Pinto Escobar recreó a los vendedores de tuba, al de los limones, al del pan o la vendedora de pescado; él les colocó tocados cubiertos de frutos o de panes que realizaba manualmente y a detalle; modeló en barro personajes con instrumentos autóctonos como chirimías y tambores para sus nacimientos, y matizó generosamente al armadillo, a la codorniz, al pato y a la tuza; el maestro recreó en arcilla la exhuberante identidad colimense.  ¡Gracias maestro!